Emprendimiento femenino, marcas con propósito e impacto social
[Opinión] Como parte de nuestra alianza con APG, la empresaria Alejandra Mustakis destaca las fortalezas que tienen las marcas que son lideradas por mujeres y analiza cómo estos factores pueden contribuir en la disminución de las brechas de género.
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Cuando se comparan las diferencias entre el emprendimiento liderado por mujeres versus el liderado por hombres, la conversación suele enfocarse en los desafíos aún pendientes relacionados con la falta de acceso a financiamiento y redes, o las barreras sociales y culturales que aún pesan sobre las mujeres a la hora de iniciar proyectos. Y es comprensible que así sea, pero también es importante que nos enfoquemos en las fortalezas y el potencial que tienen para ayudarnos a disminuir estas brechas.
Uno de los grandes valores del emprendimiento liderado por mujeres es la capacidad de crear empresas con propósito, que muestran un enfoque más marcado en el impacto social, la sostenibilidad y la creación de comunidades. Las mujeres suelen priorizar estos aspectos en su modelo de negocio, buscando un equilibrio entre la rentabilidad y el bienestar común. Así, es más fácil generar marcas con propósito, capaces de crecer económicamente y, al mismo tiempo, conectar con las audiencias y dar pie a vínculos duraderos.
¿Qué hace especiales a este tipo de emprendimientos? Esas habilidades que tradicionalmente son reconocidas como “habilidades blandas” y que, en los tiempos actuales, han demostrado ser fundamentales para el éxito de los proyectos. Hablo de la comunicación, la inteligencia emocional, la resiliencia, la resolución creativa de conflictos, la apertura al trabajo en equipo, la negociación o la persuasión, entre otras. Y ojo, que no son atributos exclusivos de las mujeres, pero sí se han vuelto más evidentes en esta era digital que cuenta con una mayor participación de las mujeres.
A nivel local contamos con casos emblemáticos de emprendimientos impulsados por mujeres, entre ellos, Laboratoria, una organización que capacita a mujeres en habilidades digitales del área STEM y también en liderazgo; Babytuto, una plataforma de e-commerce especializada en productos para niños, ofreciendo una solución integral que va desde la venta hasta la educación de los padres; Palpa, una esponja de ducha de silicona que permite a las mujeres practicar la técnica del autoexamen de mama para detectar el cáncer; o 1ko, un modelo de trabajo colaborativo organizado en torno a una empresa social de diseño y creatividad, dedicada a rescatar y visibilizar el talento local, y de la que estoy orgullosa de formar parte.
Más allá de la legítima necesidad de atraer financiamiento y consolidarse en el mercado, la experiencia nos demuestra que los emprendimientos liderados por mujeres tienen ese sello único que vuelve a los negocios más resilientes y con conexiones profundas, lo que en la práctica se traduce en una mayor lealtad y sostenibilidad a largo plazo.
En las últimas décadas, ONU Mujeres ha masificado el discurso de que el empoderamiento económico de las mujeres contribuye a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. Además de estos importantes factores, cuando las mujeres emprenden se centran en problemáticas locales y apuntan a los desafíos que se viven dentro de sus propias comunidades.
Por eso, cuando uno de estos emprendimiento prospera, no sólo beneficia a su creadora, ya que su valor agregado impacta a la sociedad completa. Y en el competitivo mundo de los negocios, tener una meta clara se ha convertido en un diferenciador clave para el éxito y la sostenibilidad. Los emprendimientos con propósito, especialmente aquellos liderados por mujeres que entienden profundamente las necesidades de su público objetivo, impulsan un marketing más efectivo y orgánico. Porque cuando una marca se alinea con principios colectivos y aborda problemas reales, se convierte en algo más que un producto; se transforma en una solución y en un agente de cambio social.